Introducción


Como Icaro de las leyendas griegas que soñaba volar para ir más cerca del sol, el hombre de estos últimos siglos quiso elevarse en las masas de aire que rodean nuestra tierra. El paracaídas nació en el siglo XVIII, pero es solamente en los años 1950 que se construyó el primer alas delta, un aparato rígido ofreciendo más posibilidades de control de dirección. Poco tiempo después, en los años 1980, se transformó poco a poco el paracaídas hasta la aparición de las primeras velas de parapente, más simple de uso que el alas delta.

El parapente es hecho de un tejido resistente y liviano. El aire penetra por las aberturas de la parte delantera de la vela, lo que permite inflarla y darle su forma. La vela esta perfilada como un ala de avión, lo que permite generar una fuerza de sustentación opuesta a la gravedad. Esta fuerza frena la caída del parapente. El parapentista esta colgado debajo de su vela por medio de cordeles constituidos de nylon y otros materiales.

El parapente esta clasificado como un deporte extremo, pero en realidad la mayoría de los accidentes resultan de una mala aprehensión de las condiciones aerológicas o de una falta de conocimiento de estas mismas.

Los principales fenómenos aerológicos que el parapentista debe conocer son los siguientes:


Los gráficos y fotografías que aparecen en este blog fueron hechos y sacadas por Pierre-Paul Menegoz y/o Cora Menegoz.