La ascendencia térmica es el fenómeno que permite al parapente ganar en altura. Consiste en una masa de aire que se calienta por contacto con el suelo, y si su temperatura supera la del aire que la rodea, esta masa de aire comienza a subir. Simultáneamente, una masa de aire menos cálido la reemplaza, se calienta y sube también si gana bastante en temperatura. En el contorno del aire que sube, se observa una descendencia del aire en cual penetra la ascendencia. Este fenómeno explica porque el parapente baja más que en aire estable antes de entrar en una ascendencia y saliendo de esta.
La formación de la ascendencia térmica: el aire frío y el aire caliente no se mezclan, el aire frío empuja el aire caliente hacia arriba cuando este alcanza una temperatura de alrededor de 3°C superior a su entorno. Si hay viento, la ascendencia deriva en el sentido del viento.
Para que el aire se caliente cerca del suelo y suba formando ascendencias, se necesitan condiciones particulares:
- El suelo debe ser seco. Los estanques y las zonas con nieve no permiten la formación de ascendencias porque reflejan la mayor parte de la energía solar que reciben. Tampoco las zonas de vegetación permiten formar muchas ascendencias porque contienen humedad y utilizan una parte de la energía solar para la fotosíntesis, reduciendo el calentamiento del suelo.
- El sol permite calentar el suelo. Cuando los rayos del sol llegan perpendicularmente al suelo, este recibe más energía y se calienta más. Luego, el aire cerca del suelo se calienta más rápidamente y la probabilidad de formación de una ascendencia es mayor. Por otra parte, las vertientes expuestas al Este se calientan más en la mañana, y los expuestos al Oeste se calientan más en la tarde.
- Un viento moderado o turbulencias favorecen el despege de las ascendencias, mientras que un viento fuerte impide el calentamiento de las masas de aire cerca del suelo. En este caso, las ascendencias se pueden formar solamente en las vertientes debajo del viento.
- La diversidad de colores y de composiciones de suelos favorece la formación de ascendencias. Por ejemplo, un suelo negro absorbe más energía que uno blanco. Si este se ubica al lado de un suelo claro, se va a calentar y la temperatura del aire que se encuentra en contacto con el suelo va a subir. Cuando la masa de aire encima del suelo oscuro tenga unos 3°C más que la masa de aire encima del suelo claro, esta primera va a subir, empujada por el aire menos cálido.
1) Las zonas donde hay agua, nieve o sombra reflejan la radiación solar. Alimentan en aire fresco las zonas dejadas libres por masas de aire ascendentes.
2) Las zonas perpendiculares a la radiación solar se calientan más.
3) El contraste entre el suelo desnudo cálido y la proximidad de aire fresco, y le presencia de un poco de viento favorecen la formación de las ascendencias.
4) Debajo del viento de esta montaña y bien expuestas al sol, esta mina con suelo desnudo seco y sin vegetación es un horno de donde sale una amplia ascendencia térmica.
2) Las zonas perpendiculares a la radiación solar se calientan más.
3) El contraste entre el suelo desnudo cálido y la proximidad de aire fresco, y le presencia de un poco de viento favorecen la formación de las ascendencias.
4) Debajo del viento de esta montaña y bien expuestas al sol, esta mina con suelo desnudo seco y sin vegetación es un horno de donde sale una amplia ascendencia térmica.
El Cúmulo es una nube que indica la actividad térmica. El vapor de agua que contenía el aire ascendente se condensa cuando la temperatura del aire baja suficiente con la altura. Cuando una ascendencia no se termina por un Cúmulo, se llama “térmico azul”.
Foto de un Cúmulo, en los Alpes franceses
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